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Las
llamas, camellos y alpacas tienen sistemas inmunitarios únicos: producen moléculas
conocidas como nanocuerpos que podrían servir para hacer aerosoles de acción
rápida inhalables que podrían usarse en todo el mundo contra esta pandemia y
otros virus.
La Paz, 29
Jun. (RESPUESTA).- Unas diminutas y robustas partículas inmunitarias presentes
en la sangre de las llamas podrían proteger contra todas las variantes del
covid-19, incluida la Omicron, y contra 18 virus similares, entre ellos el
SARS-CoV-2 y el SARS-CoV-1, origen del brote de SARS de 2003.
Un equipo
de científicos dirigidos por la Facultad de Medicina Monte Sinaí de Nueva York
publica este martes un artículo en Cell Reports en el que sugiere que estas
moléculas de "superinmunidad", conocidas como nanocuerpos, podrían
servir para hacer aerosoles de acción rápida inhalables que podrían usarse en todo
el mundo contra esta pandemia y otros virus.
Gracias
a estas propiedades únicas, se pueden enlazar fácilmente varios nanocuerpos
(como las cuentas de un collar) para que, si un virus intenta escapar mutando,
otro nanocuerpo esté listo para mantenerlo a raya.
"Debido
a su pequeño tamaño y a su amplia actividad neutralizadora, es probable que
estos nanocuerpos de camélidos sean eficaces contra futuras variantes y brotes
de virus similares al SARS", afirma el autor principal, Yi Shi, de la
Facultad de Medicina Icahn del Monte Sinaí.
"Su
gran estabilidad, su bajo coste de producción y su capacidad para proteger las
vías respiratorias superiores e inferiores contra la infección son elementos
que podrían constituir una terapia fundamental para complementar las vacunas y
los fármacos de anticuerpos monoclonales, siempre y cuando surja una nueva
variante de covid-19 o de SARS-CoV-3".
Para
hacer el estudio, los autores inmunizaron a una llama llamada "Wally"
con el RBD, el fragmento o pico del virus que se adhiere a la proteína de la
superficie de las células humanas para entrar y propagar la infección.
Así,
descubrieron que la inmunización repetida con el RBD hacía que Wally produjera
nanocuerpos que reconocían no solo el SARS-CoV-2, el virus que causa la
covid-19, sino una amplia gama de coronavirus, lo que los investigadores
denominaron "superinmunidad".
Después,
el equipo aisló y validó un amplio repertorio de nanocuerpos antivirales muy
potentes y eficaces contra un amplio espectro de virus similares al SARS.
"Aprendimos
que el diminuto tamaño de estos nanocuerpos les confiere una ventaja crucial
contra un virus que muta rápidamente", explica el coautor Ian Wilson, del
Scripps Research en La Jolla, California.
"En
concreto, les permite penetrar más en los recovecos, rincones y grietas de la
superficie del virus, y así unirse a múltiples regiones para evitar que el
virus se escape y mute", detalla.
A
partir de esta información, el equipo diseñó un nanocuerpo ultrapotente que
puede unirse simultáneamente a dos regiones de la RBD de los virus similares al
SARS para evitar el escape mutacional.
La
molécula resultante (PiN-31) es extremadamente estable que se puede administrar
como un aerosol (inhalado o en spray), que el mismo equipo demostró en trabajos
anteriores que puede ser eficaz contra el SARS-CoV-2.
"Aunque
es necesario seguir investigando, creemos que los nanocuerpos ultrapotentes de
amplia protección que hemos podido aislar en el laboratorio pueden aprovecharse
para su uso en humanos", defiende Shi.
Además,
estos antivirales tan versátiles pueden producirse rápidamente en prácticamente
cualquier lugar a partir de microbios como E. coli o células de levadura.
En
el pasado, las terapias con nanocuerpos han demostrado ser clínicamente seguras
y eficaces contra enfermedades humanas, como un trastorno de la coagulación de
la sangre y el cáncer.
"Ganar la carrera contra la pandemia
actual, así como contra futuros brotes virales, dependerá del rápido desarrollo
y la distribución equitativa de un arsenal de tecnologías rentables y
convenientes", advierte Shi.