Este método permite una mejor forma de evaluar las edades a los roedores, sin tener que maltratar las muestras de la Colección Boliviana de la Fauna.
Por: Magaly Karen Arroba Condori
La Paz, 2 Oct. (RESPUESTA).- Luis Andrés Castillo de la Carrera de Biología de la UMSA presentó los resultados de su investigación que consiste en determinar si existe una variación en la edad estimada de los roedores, por el método del peso del cristalino, entre los conservados en formol y otros en alcohol, con el fin de conservar las muestras de la Colección Boliviana de Fauna que actualmente son dañadas con investigaciones.
El universitario Castillo explicó que existen diferentes métodos que se utilizan para medir la edad de los roedores, donde una de las comunes es evaluar desde su tercer molar, debido a que este diente va formándose con el pasar del tiempo, no obstante, también pueden existir algunas dificultades que intervienen en este proceso como la mal formación del molar, el desgaste prematuro por el tipo de dieta que lleva el animal.
Por otro lado, el universitario mencionó que la mejor forma de estimación de la edad del roedor es mediante el peso en seco de sus cristalinos, ya que el cristalino es una estructura que se encuentran en sus ojos, que sirve para la transmisión y reflexión de los colores, permitiendo conocer el crecimiento del roedor a lo largo de toda su vida, sin importar que el animal se alimente bien o esté en un buen ambiente para su crecimiento.
Proceso
Lo que se hizo fue comparar un grupo de especímenes conservados en alcohol al 96%, desde 1986,1990 y 1995 parte de la Colección Boliviana de Fauna, frente a nuevos especímenes colectados en formol. Se quería ver si el tipo de conservante y el tiempo en que haya estado conservado no tenga algún efecto, para que se pueda estimar la edad de un roedor mediante el peso en seco de los cristalinos.
Castillo explicó que para atrapar a roedores nuevos, se usó cajas de trampa de tipo ʺShermanʺ, en el cual se pone un sebo, para incentivar a que el ratón entre y active el mecanismo para atraparlo, con el fin de extraer sus ojos y colocarlos en tubitos conservadores, de igual manera sus cristalinos, que se los puso a secar durante tres días, para eliminar el porcentaje de humedad.
ʺEste método es bastante confiable, pero siempre existe algunas dificultades al momento de hacer la evaluación de los cristalinos, las cuales serían la mal formación genética o daños causados por la radiación ultravioleta, debido a que si la forma no es regular, no se puede trabajar con ellos, porque darían datos desproporcionadosʺ, aseguró el universitario que se presentó en Estuferia 2018.
Asimismo, llegó a los resultados que ambos conservantes no llegan a afectar al cristalino, porque se creía que el alcohol con el proceso de conservación, podría deshidratar o deformar al cristalino. Por otro lado, se determinó que mientras más pesado sea el cristalino, estará más relacionado con una edad más avanzada del roedor.