Doctor Sergio H. Díaz Martínez en el seminario “Dios y la ciencia" |
- - Un interesante seminario en la Facultad de Ciencias Sociales de la UMSA desgranó la relación entre la ciencia y la existencia de Dios.
La Paz, 5 Sep. (Respuesta).- Creer en la existencia de un ser divino como Dios no está reñido con la teoría y la práctica de la ciencia. Esta es una de las ideas centrales que defendió el doctor Sergio H. Díaz Martínez en el seminario “Dios y la ciencia” que se desarrolló el pasado mes de agosto en el auditorio Salvador Romero de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA)
En el caso de la Biblia para hacer la exégesis (interpretación) es necesario recurrir al lenguaje original en el que fue escrito, es decir, el griego, hebreo y algunas partes en arameo. “La biblia ya paso por la exégesis y la hermenéutica y no es palabrería y la contextualización, de quien escribió el libro, de los autores, el auditorio y del contexto social, económico político y bélico de aquel entonces”, dijo.
En ese marco citó al teólogo y padre de la física moderna Isaac Newton sobre la existencia de Dios. “Este precioso sistema solar, con sus planetas y sus comentas, solamente puede ser fruto de la sabiduría y el dominio de un ser que lo gobierna todo, no como aliento del mundo, sino como el Señor sobre todo lo que existe. Es debido a su dominio de que él merece ser llamado Señor Dios, Gobernador Universal.”.
Le recordó al auditorio que Newton inventó su propio telescopio para crear la ley de gravitación universal y que también escribió libros sobre Dios, uno de ellos se llama Observaciones a las profecías de Daniel, analizo dichas profecías y el Apocalipsis.
El naturalismo científico y el teísmo
Según Díaz Martínez, el teísmo toma la postura de creer en un dios único que creo el cielo y la tierra, pero el naturalismo científico dice que un científico puede tener una religión pero que no influya sobre su trabajo, “si alguien hace lo contrario otros dicen, ése no es un científico”.
El teísmo propone tomar datos de la biblia, ponerlos en un marco de investigación y llegar a un descubrimiento o a leyes o principios de la ciencia, es decir, en la Biblia hay trozos de ciencia. Puso como ejemplo el caso del oceanógrafo Matthew Mauri, quien se inspiró en el texto de Salmos 8:8 que dice: “Las aves de los cielos, los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos de los mares”. Esto le inspiró a descubrir las corrientes marítimas.
Citó las palabras de Paul Davis: “La ciencia, en efecto, ha avanzado hasta el punto donde se puede abordar, seriamente, lo que antes eran preguntas religiosas”, para relacionar a Dios y la ciencia.
Hizo referencia a Galileo Galilei creador del método científico fundamentado en el positivismo que dice; “Todo lo que se puede medir existe y lo que no puedo ver no existe” y con ello mucha gente llegó a concluir “si yo no veo a Dios, por lo tanto, no existe para mí y surgió el ateísmo acentuado y los científicos no creyentes”.
Para el expositor Dios y la ciencia nunca han estado
peleados, pese al avance científico y tecnológico, aún hoy las metodologías no
satisfacen a la comunidad científica. “Estas no han proporcionado reglas
adecuadas para guiar las actividades de los científicos”, asevera y añade que
“deberíamos darle una oportunidad a Dios no como dogma o fanatismo, sino como
un académico”.